Y no son solo nuestros hábitos que han cambiado, sino que también nuestro comportamiento como consumidores, ya que la mayoría de nosotros prefiere la entrega a domicilio antes que ir a centros de conveniencia o a almacenes. En España, por ejemplo, el 86% de los pedidos online se entregan en el hogar, lo que genera contaminación acústica, congestión del tráfico y emisiones de gases de efecto invernadero en las áreas urbanas ya de por sí masificadas.
En este entorno complejo, los microhubs se han vuelto una solución popular que puede aliviar algunos de los desafíos a los que hace frente el transporte urbano, funcionando como instalaciones logísticas que recogen bienes en una ubicación próxima al punto de entrega final (1 km a 5 km desde la destinación final). Entonces, ¿cómo puede ayudar una red de microhubs a mitigar uno de los problemas más urgentes de la sociedad actual?
Microhubs: hacer más eficientes las entregas en ciudad
Las reformas del cambio climático en todo el mundo están imponiendo medidas que obligan a los gobiernos a reducir las emisiones en todos los sectores. Países como España están introduciendo nuevas leyes que abordan este asunto. El gobierno español ha emitido una ley que presiona a las ciudades con más de 50.000 habitantes a desarrollar zonas de bajas emisiones antes del año 2023. ¿Cómo se encajan los microhubs en estas iniciativas?
En primer lugar, como pequeños almacenes urbanos de alrededor de 350 m2, ubicados en lugares estratégicos cerca de puntos de distribución de alta intensidad, ellos pueden optimizar las operaciones logísticas urbanas, permitiendo que los destinatarios finales sean atendidos rápidamente y de manera eficiente, utilizando modos de transporte ligeros y sostenibles. Por lo tanto, pueden reducir el volumen del tráfico de forma significativa, centralizando las entregas, lo que conduce a un volumen menor de vehículos de reparto.
En segundo lugar, los microhubs ayudan a solucionar uno de los principales desafíos de los procesos de reparto: la última milla. Al combinar las ventajas de los espacios de almacenamiento físico, como microcentros de realización o puntos de recogida integrados, y las ventajas de una plataforma de gestión de redes centralizada basada en la nube, que permite equilibrar la demanda y hacer operaciones más eficientes, los microhubs se proponen optimizar e incrementar la eficiencia logística de la última milla. Como prueba de su eficiencia, el gobierno español ha desarrollado un programa anti-polución basado en microhubs para su ciudad más concurrida y capital de su país, Madrid. El plan “Madrid 360” tiene previsto impulsar el desarrollo de una red de microhub que permitirá una distribución de la última milla en el centro de la ciudad a través de vehículos limpios. Esta red llegará como un complemento a soluciones ya implementadas como los puntos de centros de conveniencia o los almacenes, y no las sustituirá.
No obstante, los beneficios de una red de microhub no solo están relacionados con la disminución del número de vehículos en el tráfico y, por consiguiente, de las emisiones. Con un proceso de entrega más optimizado y menos transporte en las calles, una red de microhubs también ayudará a hacer las ciudades más sostenibles.
Dada la proximidad a los destinatarios finales, también son factores claves a la hora de promover la idea de una economía colaborativa, dónde se anima a los transportistas a optimizar las rutas y vehículos durante las entregas, reduciendo el número de camionetas de reparto y la huella de carbono asociada que llevaría a desbloquear muchas carreteras con mucho tráfico.
La necesidad de una red de microhubs inteligente proviene, mayormente, del hecho de que si bien las zonas urbanas poseen una infraestructura rígida y bien definida, la densidad de población se incrementa cada año, lo que aumenta de forma exponencial el número de pedidos online y el volumen de envíos en algunas áreas urbanas. El hecho de que el consumo es más digital y elástico que nunca, con pedidos records en determinados días como el Black Friday, sin ningún límite de infraestructura, está haciendo que el transporte urbano sea un desafío para todos los países. Al optimizar los envíos y equilibrar la demanda con la ayuda de tecnologías adaptables, una red de microhub se convierte en una solución viable para un problema muy complejo.
¿Por qué es un desafío la implementación de microhubs?
El éxito de los microhubs reside, principalmente, en su habilidad para centralizar operaciones, por lo que un desafío significativo en su implementación es disponer de una colaboración exitosa que se expanda desde la aceptación pública y privada hasta la cooperación entre transportistas.
Otro factor clave es establecer cuáles son las localizaciones estratégicas, donde la demanda y la densidad son más elevadas dentro de la ciudad. Esto se puede definir con la ayuda de soluciones que sacan provecho de las nuevas tecnologías, tales como el aprendizaje automático y la big data, para crear herramientas de optimización de la previsión y localización de la demanda.
Sin embargo, sería un error asociar únicamente a los microhubs con la optimización de los repartos. De hecho, si estos no juegan un rol fundamental en la gestión de las devoluciones y la logística inversa, en general, como en las entregas fallidas, los microhubs no pueden considerarse una solución eficiente y sostenible. Su red debe posicionarse como un hub central, que gestione los desafíos de la gestión de devoluciones y logística inversa, junto con otras soluciones de la gama de productos ya comentados.
Tendencias y nuevas tecnologías: el futuro de los microhubs
Los microhubs necesitan varias tecnologías avanzadas, con el objetivo de que tanto empresas como clientes puedan utilizar plenamente sus capacidades. Actualmente muchas soluciones del mercado utilizan tecnología de la nube y el análisis de datos pero, ¿qué otras técnicas tienen el potencial de configurar el funcionamiento de los microhubs?
El blockchain es un buen ejemplo de una tecnología que aún no se ha aprovechado. Al añadir el blockchain a los sistemas y algoritmos de una plataforma de microhub, estaríamos añadiendo una capa adicional de seguridad y transparencia, produciendo una “versión única de la verdad” en un ecosistema ya muy complejo, al que acceden muchas partes que tienen objetivos y prioridades diferentes.
El seguimiento avanzado es otra tecnología que se integrará cada vez más en las soluciones de los microhubs. Una plataforma que, además de certificar la calidad de los datos proporcionados, permitirá mantener intacto el seguimiento de todos los envíos es un aspecto clave en cualquier red de microhubs. Otras tecnologías populares, como el aprendizaje automático, también podrían ayudar a redefinir la red, actuando como un cerebro, equilibrando la demanda y optimizando a tiempo real todas las operaciones, mientras procesa los datos que recoge de los hubs. Además, las tecnologías avanzadas pueden ayudar a crear sistemas de múltiples agentes que tienen la posibilidad de tomar decisiones automatizadas, basadas en patrones que han sido creados con la ayuda del aprendizaje automático y algoritmos basados en la big data.
El choque entre áreas urbanas rígidas y el volumen cada vez mayor de pedidos online, a los que siempre se suman canales digitales de consumo ilimitado, es una de las razones que explican el auge en el colapso del tráfico y el incremento de la contaminación atmosférica. Los microhubs son una solución innovadora para muchos de estos retos que son abordados tanto en las iniciativas europeas como el Green Deal o el Tratado de París, como en los programas de gobiernos locales. Los hubs interconectados e ubicados estratégicamente poseen el potencial de reducir de manera significativa las emisiones de carbono y aliviar las calles abarrotadas, facilitando una ciudad más sostenible, colaborativa y conectada. Estas redes son soluciones eficientes y fáciles de integrar en la iniciativa Smart City debido a los datos valiosos que proporcionan, ayudando con un objetivo importante: redes de transporte urbano más inteligentes.