Las cadenas de suministro están ganando el lugar estratégico que merecen por su importancia relativa en el resultado del negocio. Y la tecnología puede ser la nueva aliada para que el futuro de la Cadena de Suministro sea verdaderamente inteligente desde la existencia de un plan estratégico consistente.
La Cadena de Suministro impacta sobre todos los indicadores clave del negocio: la eficiencia, el crecimiento, la satisfacción y experiencia del cliente. Además, debe ser gestionada por medio de un modelo de trabajo colaborativo con otras empresas del ecosistema, como proveedores, prestadores logísticos o socios. El avance hacia una Cadena de Suministro Inteligente, por lo tanto, podría ser clave para optimizar los objetivos estratégicos del negocio.
¿Cómo empezar? Primero es importante generar un plan de transformación que sea dinámico, un ente vivo dentro de la organización: se actualiza, se refresca, es resiliente respecto de lo que sucede, es predictivo y busca incrementar las fortalezas con las que se cuentan. La transparencia es otro punto clave pues con ello podemos identificar los gaps y poder resolverlos aceleradamente, hacer un diagnóstico ágil no solo en el ámbito operativo si no, en términos de talento, aspectos técnicos y, por supuesto, tecnológicos.
Mas allá de la tecnología
No hay dudas que la incorporación de nuevas tecnología es un “enabler” esencial para los avances hasta el status “Cadena de Suministro Inteligente”, pero no es el primer paso: hay que comenzar desde la bases, y esto se inicia con el cambio de mindset de la cultura de la organización que debe abrazar la transformación, y pasar por la evaluación de todos los procesos end to end , desde la comprensión del ABC del negocio para contar con un diagnóstico realista sobre la situación actual de la empresa, madurez para implementación de los cambios, recursos, talento calificado, etc. Y, en caso de que aún haya cuestionamientos pendientes, qué actividades y decisiones deberían realizarse para disminuir las brechas y comenzar a avanzar. El orden de los factores sí altera el producto en este caso: primero es necesario interpretar qué queremos cambiar y después se buscan las tecnologías de soporte para hacerlo posible.
Los puntos críticos
En el camino se encontrarán diversos desafíos que pueden convertirse en retos para el negocio. Tal vez los datos -verdadero motor para que el cambio ocurra-, no sean accesibles o no muestren el nivel de calidad que se necesita. En estos casos, la recomendación es enfocarse en la información de alto nivel al menos para adoptar un rumbo y luego sí, profundizar en los detalles para ganar precisión e ir evolucionando.
Otra gran barrera puede ser los sistemas heredados, elefantiásicos y obsoletos, que obstruyen el avance hacia modelos más ágiles y modernos, los cuales deben ser evaluados y analizados a profundidad.
También ocurre que no se dispone de los perfiles de talento adecuados: lo ideal es contar con personas que, posean la experiencia y los conocimientos técnicos, y, lo más importante, estén dispuestas al cambio, sean innovadoras y colaborativas.
Es importante eliminar los silos, romper los bloques, tanto al interior de la empresa como con los proveedores y con los clientes, es una situación que puede parecer sencilla en la teoría, pero que encuentra todo tipo de obstáculos en la práctica. ¿El objetivo? Lograr una visibilidad completa de los datos de extremo a extremo. Esto implica un verdadero cambio cultural, dejar de lado el concepto de “propiedad” de los datos que tiene cada integrante de la cadena y encontrar nuevos modelos colaborativos, no solo entre diferentes empresas, sino también dentro de las áreas de una misma organización. Si no trabajan de manera unificada, aparecerán desvíos, problemas en la ejecución y fallas para entregar los productos en tiempo y forma. En el escenario actual, aún con la tecnología disponible para plantear escenarios predictivos end to end, apenas se esbozan algunas aplicaciones de tipo reactiva.
La importancia de estar acompañados
Una vez que está resuelto el trabajo de base, es momento de encontrar las tecnologías adecuadas que mejor acompañen la estrategia definida. Más allá de la selección, la palabra clave es “agilidad”: definir metas a corto plazo, obtener resultados rápidos y demostrables y que esos logros apuntalen las siguientes iniciativas.
Implementar pruebas de concepto de manera veloz para probar enseguida qué funciona y qué no. Esto, además, quita miedos y reduce las resistencias. Por eso el rol de un socio estratégico resulta clave a lo largo de todo este proceso: es quien aporta la experiencia y el conocimiento para marcar el camino y evitar los desvíos.
Los beneficios de una Cadena de Suministro Inteligente van desde una mayor eficiencia en costos (siempre se ganan eficiencias en los procesos), hasta la disminución de riesgos operativos, pasando por una mejor experiencia del cliente (recibe el producto que quiere cuando lo necesita, bajan las tasas de rechazos y devoluciones) o la identificación de nuevos productos o servicios, sin dejar afuera que los equipos tendrán una mayor claridad de lo que deben de hacer pero sobre todo cuál es el impacto de esas actividades para que todo funcione y se cumplan los objetivos que todos conocen.