Desde la venta por catálogo, la televenta, hasta la irrupción del internet, las empresas han optado por utilizar diferentes medios para comercializar los diversos servicios y productos que ofrecen. En la actualidad el e-commerce o comercio electrónico, ha revolucionado la manera en la que se realiza la distribución, venta, compra, marketing y suministro de información de productos o servicios a través de Internet.
Entre los diferentes tipos de e-commerce se encuentran: B2C (Business to Consumer), en donde las empresas venden al público en general; B2B (Business to Business), el cual consiste en que las empresas hagan negocios entre ellas; B2G (Business to Government), el cual se basa en la venta de servicios o productos por parte de las empresas hacia a las instituciones de gobierno, y finalmente C2C (Consumer to Consumer), en la que interviene una plataforma a partir de la cual los consumidores compran y venden entre ellos.
Sin embargo, surge la pregunta, ¿cuáles serían los pros y contras de realizar nuestras compras en línea?
Una de las grandes ventajas es la posibilidad de comprar en la tienda de preferencia sin la necesidad de un horario fijo, se tiene las 24 horas del día, los siete días de la semana, 365 días al año para realizar cualquier clase de transacción que se desee; también al crearse la posibilidad de una comparación inmediata entre los precios y características del producto o servicio deseado, se puede obtener un artículo mejor adaptado a las necesidades del comprador; pero el motivo por el que la mayoría de las personas optan por este método es sin lugar a dudas la comodidad, la posibilidad de poder adquirir algo que se necesite desde cualquier dispositivo y que llegue al lugar que sea más conveniente.
No obstante, aún existen algunas personas que encuentran desventajas al momento de realizar compras a través del internet. Por ejemplo, no tener la posibilidad de corroborar la calidad de los artículos desde los dispositivos; de igual forma, existen muchas quejas sobre la seguridad de los envíos, así como de la seguridad que se tiene con el manejo de datos personales en los casos de tiendas digitales que no ostentan una reputación comprobable; por último, otro de los problemas es la falta de asistencia personal derivada del volumen de compras que se generan a nivel global y al modo de operación de 24 horas continuas.
A pesar de esto, las estadísticas demuestran que el e-commerce continuará con su crecimiento global. De acuerdo a eMarketer, las ventas globales de comercio electrónico ascenderán de 5.4 trillones de dólares en 2022 a 5.9 en 2023, y se estima que para 2026 estarían alcanzando la cifra de 7.6 trillones de dólares. Estos desafíos pueden ser atendidos por cada industria y, sin dudas, las compañías pueden resolverlos con una buena asesoría en transformación digital o utilizando información de investigaciones generadas por especialistas como en el Hub de e-commerce de NTT DATA.
En general, las compras en línea pueden ser una opción conveniente y satisfactoria, siempre que seamos conscientes de los posibles inconvenientes y tomemos medidas para minimizar los riesgos involucrados. Antes de aventurarse a hacer compras en línea, investigar sobre el vendedor, utilizar plataformas de pago seguras y estar atento a posibles señales de estafa puede ser de mucha ayuda para asegurar una buena experiencia.
Sin lugar a dudas cada vez más personas se inclinan por el mundo digital y todo lo que este ofrece, por lo que como clientes potenciales debemos estar al tanto de la evolución del mismo y aprender las mejores formas de aprovecharlo.