La seguridad de los niños conectados | NTT DATA

ma., 05 febrero 2019

La seguridad de los niños conectados

La seguridad de las tecnologías es un aspecto de creciente importancia. Cada día aparecen más noticias relacionadas con este tema en medios de comunicación generalistas y muchas personas dedican sus esfuerzos a protegernos de los riesgos que conlleva el mal uso de la tecnología

Sin embargo, hay una parte importante de la sociedad que es especialmente complicada de proteger: los niños.

Pese a que existan  leyes, profesionales, cuerpos y fuerzas de seguridad, investigadores, académicos, etc., no es sencillo ofrecer una solución clara. Al final, son los padres quienes pueden estar lo suficientemente cerca de sus hijos como para velar por su seguridad.

Precisamente, es aquí donde se plantea el primer problema: los padres no son especialistas. Aunque existen mecanismos incorporados en la tecnología para controlar su uso por parte de los niños, así como diferentes recursos para ayudar a los padres, muchas veces son completamente desconocidos.

A menudo los padres ni siquiera son conscientes del riesgo que supone el acceso a internet y la exposición de los niños al mundo sin límites que ofrecen un móvil o un ordenador. Estar a la altura de lo que exige facilitar la tecnología a los niños es aún una asignatura pendiente para muchos padres.

Suele existir una brecha digital entre padres e hijos por la manera en que se ha ido incorporando la tecnología a nuestras vidas. En muchos casos, los hijos tienen más conocimientos que los padres, y eso puede ser peligroso. En ciberseguridad existe una norma no escrita según la cual no se puede proteger aquello que ni se conoce ni se entiende, y aquí se aplica directamente.

Tal vez sea más sencillo exponer el problema con un caso real que conocí, en el cual el niño descubrió y activó el uso del control parental de su consola contra los propios padres. Por tanto, si un menor es capaz de superar a sus padres en ese sentido, es difícil para los progenitores poder conocer y proteger a los niños de otros riesgos a los que se exponen.

En ningún caso quiero afirmar que  los padres y madres estén obligados a conocer toda la tecnología que hoy en día se usa, sin embargo si es importante que sean conscientes de la importancia de conocer los riesgos que implica. Para ello, existen recursos gratuitos que facilitan la compresión de los problemas que supone el uso de la tecnología.

Hay iniciativas propuestas por  administraciones públicas para dotar a padres e hijos de herramientas. Por ejemplo, la administración pública española ha puesto en marcha plataformas  como Internet Segura for Kids (is4k), y juegos como Cyberscouts y Hackers vs Cybercrook. Otro ejemplo es la administración colombiana, que desarrolló la web Misión Anicca para ayudar a los niños a entender los riegos del uso de internet.

Organizaciones relacionadas con el mundo digital también han unido esfuerzos en esta dirección: Mozilla (responsable del navegador Firefox), ha desarrollado varios juegos  virtuales de cartas para entender la seguridad en el mundo conectado: Hacker Card Game, Fill-in-the-Blanks Story y Privacy Avatar Card. Google también se ha sumado  a esta preocupación  con el juego Be Internet Awesome para enseñar a los niños los peligros que se esconden en la red.

En cualquier caso, la  mejor herramienta es la concienciación de los padres para que enseñen a sus hijos cómo usar internet y con qué han de tener cuidado. Sentarse con ellos y acompañarles en sus primeros pasos, estar pendientes de cómo usan la tecnología, controlar con quién y cómo hablan o vigilar el uso de las redes sociales, sin olvidar que puedan preguntar todas sus dudas y buscar con ellos la respuesta en caso de no tenerla, son algunas de las dinámicas que pueden ayudar a proteger y educar a lo más pequeños.

Si los dispositivos electrónicos o servicios contratados tienen opciones de control parental, es importante habilitarlos para que la tecnología se utilice de forma controlada y segura. Televisiones, consolas, ordenadores, routers, móviles y tabletas suelen disponer de estas funcionalidades.

Además, se debe poner especial atención a  los juguetes conectados que se regalan a los niños. Es importante informarse bien de a dónde se conectan y por qué, qué datos obtienen y cómo se puede controlar estos últimos. También se debe evitar la exposición de los menores en redes sociales y compartir información sobre ellos, tales como fotografías, el colegio al que van, dónde están en cada  momento, etc. Una buena iniciativa que puede ayudar a los padres y a cualquier persona que quiera conocer más sobre la seguridad del uso de internet, es la web de Oficina de Seguridad del Internauta (OSI)”: www.osi.es.

También es recomendable asistir con los niños a las jornadas de concienciación que imparten, por ejemplo, las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado o profesionales de seguridad. A veces estas charlas se imparten en los colegios, lo cual es una excelente propuesta que todos los centros docentes deberían incluir en sus programas.

Pero, al final, lo más importante es que los padres sean conscientes de qué están haciendo cuando ponen un dispositivo conectado al alcance de los niños y que asuman la responsabilidad de enseñarles y acompañarles hasta que lleguen a su madurez digital. Del mismo modo que lo hacen en el mundo físico, también deben hacerlo en el mundo virtual.


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