Imagínese tener el estado de su cuenta bancaria visible en un rincón del living, con solo mirar esa esquina para conocer su saldo. O una lista de compras actualizable desde cualquier parte del mundo, que automáticamente realiza pedidos al supermercado. ¿Qué tal una encuesta digital en la vía pública, donde los usuarios pueden dejar sus opiniones específicas en ese lugar?
Estos son solo algunos ejemplos del potencial de la computación espacial, una tecnología altamente disruptiva y con un posibilidades ilimitadas e impulsadas por la creatividad. La computación espacial ya está transformando nuestras actividades cotidianas, pero estamos apenas en el inicio de una revolución que va a impactar economías y viabilizar el surgimiento de nuevos modelos de negocios.
Más allá de la pantalla: una nueva era digital
Hasta ahora, nuestras experiencias digitales han sido mayoritariamente en 2D, limitadas a pantallas de teléfonos móviles y computadoras. La computación espacial rompe estas barreras, permitiendo interacciones y objetos digitales anclados en un universo virtual.
La computación espacial abre nuevas vías de comunicación y no pretende reemplazar los dispositivos actuales de inmediato. En cambio, ofrece experiencias inmersivas que activan más partes del cerebro, fomentando un mayor engagement.
Las interacciones se transformarán, creando redes sociales instantáneas, como entre médico y paciente o entre banco y cliente. A diferencia de las redes sociales actuales, aquí cada persona será dueña de su experiencia, fortaleciendo el sentido de pertenencia.
Emergiendo nuevas economías
A medida que la computación espacial madura, surgirán nuevas economías. En este mundo virtual, avatares enriquecidos con datos digitales podrán anclar objetos persistentes.
Las empresas que capitalicen estos objetos digitales y los integren con dispositivos emergentes, como gafas de realidad aumentada o parabrisas inteligentes, liderarán el mercado.
Así como arquitectos e interioristas podrán crear espacios innovadores, mientras nuevas empresas financieras custodiarán activos digitales como los NFT, también surgirán insurtechs para asegurar identidades digitales.
Desafíos y economía de la formación
La computación espacial plantea desafíos inéditos, requiriendo un cambio cultural y una nueva perspectiva. Será crucial determinar cómo compartir fragmentos de avatares según las necesidades de cada interacción, integrando esta tecnología con el mundo real para ofrecer servicios personalizados.
Un desafío urgente es fomentar una economía de la formación. Es esencial que las personas comprendan y utilicen esta tecnología para crear soluciones que aporten valor a la vida cotidiana. La computación espacial no solo resuelve problemas existentes, sino que crea nuevas soluciones, mejorando el futuro.